Por Qué "Homosexual" fue Erróneamente Agregado a la Biblia en 1946


En artículos anteriores, he abordado los conceptos erróneos que rodean a los versículos citados frecuentemente por cristianos anti-gays de libros como Romanos, Levítico y Génesis, que desafortunadamente están mal traducidos o sacados de contexto. Esto hace que sea sumamente difícil entablar un diálogo significativo con esos cristianos sobre cómo ser gay no es un pecado. Los gays cristianos tenemos que superar dos obstáculos significativos: persuadir a otros para que estén dispuestos a escucharnos y dispuestos a aceptar que la Biblia actual fue traducida por seres humanos falibles susceptibles a errores y prejuicios. Un error particularmente impactante tuvo lugar hace menos de 80 años y continúa resonando hasta el día de hoy.

En 1946, se realizó una alteración lingüística significativa en ciertas traducciones de la Biblia que demostraría tener implicaciones de gran alcance para millones de individuos en todo el mundo. Esta modificación implicó la adición de la palabra "homosexual" a la Biblia, impactando profundamente las interpretaciones de las escrituras y las actitudes hacia la comunidad gay. Esta inserción lingüística no solo fue históricamente inexacta, sino también altamente cuestionable éticamente, perpetuando conceptos erróneos dañinos y contribuyendo a la discriminación que los hombres gays experimentamos cada día.

Las raíces de esta mala traducción se remontan a dos palabras griegas encontradas en el Nuevo Testamento: "arsenokoitai" y "malakoi". Estos términos, que aparecen en 1 Corintios 6:9-10 y 1 Timoteo 1:10, fueron combinados y traducidos erróneamente como "homosexuales" en ciertas versiones de la Biblia. La decisión de equiparar estas palabras con la homosexualidad no se basó en estudios lingüísticos o análisis contextuales precisos, sino en prejuicios y sesgos sociales predominantes en la mitad del siglo XX.

Entonces, ¿qué significa esta palabra? He escrito sobre esto en un artículo anterior, pero en esencia, "arsenokoitai" es una palabra compuesta derivada de "arsen" (que significa "varón") y "koitai" (que significa "cama" o "relaciones sexuales"). El hecho es que su significado preciso sigue siendo objeto de debate entre los académicos, con interpretaciones que van desde referencias a la explotación sexual o comportamiento abusivo hasta condenas más amplias de la inmoralidad sexual. Esta palabra es tan rara que algunos académicos incluso sugieren que Pablo pudo haberla inventado, ya que aparece solo dos veces en la Biblia y en ningún otro lugar. Si la homosexualidad hubiera sido explícitamente condenada, Pablo podría haber usado otras palabras mucho más claras para hacerlo.

De manera similar, "malakoi" a menudo se traduce como "afeminados" o "débiles", sugiriendo características asociadas con la debilidad o la laxitud moral en lugar de la homosexualidad.

Al confluir estos términos matizados en el término genérico "homosexual," los traductores simplificaron en exceso los complejos contextos históricos y culturales, perpetuando estereotipos dañinos y estigmatizando a individuos basándose en su orientación sexual. Esta interpretación errónea no solo distorsiona la intención original de los pasajes bíblicos, sino que también refuerza actitudes discriminatorias hacia la comunidad gay, contribuyendo a nuestra marginación y exclusión de las comunidades religiosas.

Además, la adición de "homosexual" a la Biblia en 1946 refleja un patrón más amplio de manipulación ideológica y lingüística destinada a suprimir interpretaciones diversas de las escrituras y reforzar normas heteronormativas. En lugar de reflejar una representación objetiva de los textos bíblicos, esta modificación sirvió para promover agendas teológicas específicas y mantener actitudes prevalentes hacia la sexualidad y la identidad de género.

Es importante señalar que la decisión de introducir la palabra "homosexual" en las traducciones bíblicas en 1946 ocurrió en medio de una época tumultuosa marcada por cambios en las normas sociales y prejuicios arraigados. Tras la Segunda Guerra Mundial, las instituciones religiosas conservadoras lucharon contra las amenazas percibidas que representaba la modernidad y el relativismo moral. A medida que las actitudes sociales hacia la sexualidad evolucionaban, impulsadas en parte por el surgimiento del movimiento por los derechos de los homosexuales, las autoridades religiosas buscaron reafirmar valores tradicionales y ejercer control sobre las interpretaciones de las escrituras.

La adición de la palabra "homosexual" a la Biblia se basó en el deseo de mantener el poder y el control dentro de las instituciones religiosas conservadoras. Al demonizar la homosexualidad y promover interpretaciones estrechas de las escrituras, las autoridades religiosas buscaron suprimir voces disidentes y afirmar jerarquías tradicionales de poder. Estas acciones no solo socavaron la integridad de las escrituras religiosas, sino que también perpetuaron la injusticia y la desigualdad, negando a los gays cristianos la dignidad y el respeto que merecemos como cristianos y seres humanos.

Se necesitará un gran despertar espiritual y un movimiento social masivo para hacer las correcciones necesarias. Por ahora, una cosa que podemos hacer como gays cristianos es crear conciencia sobre el hecho de que ser gay no es un pecado. Este mensaje necesita llegar a millones de cristianos gays y heterosexuales por igual, pero especialmente a los gays cristianos que pueden creer que están viviendo en pecado. Si este eres tú, por favor comprende que no eres un error, no estás viviendo en pecado y, lo más importante, ¡Dios te ama!